EL
NO TAN EXTRAÑO CASO
(DEL
DOCTOR HYDE Y EL SEÑOR JEKILL)
Para iniciar la historia
universal de la humanidad, describiremos cual es el contexto en el que la libre
expresión se deja entender en el buen sentido de la palabra.
-Nos encontramos en el día
29 de agosto del 2016; quien escribe tiene 27 años y lo que le ha sucedido
durante aquellos días, considera que es una evolución.
Capítulo
I
-Siento
dentro de mí a la juventud que es como un motor inagotable en el que recorre la
intempestiva fuerza de hacer lo que quiero, el poder transita por cada célula
de mi cuerpo. –He ahí el contexto.
Vayamos
al grano. En mi afán de deleitar mis sentidos con damiselas, que en su mayoría
son hermosas féminas a quienes veo y deleitan mis sentidos con su sensualidad;
conocí a una adolescente de bonitas posaderas y senos algo más grandes de lo
normal.
Una
noche en la que me era extraño el calor de una mujer, traté de sentir su
calurosa piel al ritmo que inducía el chocolate y el champagne. En el proceso,
sus fuerzas no eran nada en comparación con las de un terrícola que deseaba
amar.
-¿Qué
quieres? Dijo ella.
-Respondí:
Me gustas desde hace tiempo.
Yo
no quería problemas, solo quería amar. -¡Amar, Dulce Flor!-. Y una madrugada
desperté escribiendo lo que mi instinto me dictaba, escribí como un poeta.
-
¿No puedes hablar más rápido? Me dijo.
-
Soy un poeta, le dije.
Mi
nueva rapsodia se construía…Ina… Ina… Ina… ¿Qué ha sido de tu vida? Hermosa muñequita ¿Qué has hecho para no
quererme como yo te quiero?
-
Besé cada parte de su cuerpo y sus fuerzas no eran nada comparados con los de
un terrícola que solo deseaba amar.
¡Hoy,
amor mío! Te amé como siempre lo he hecho, te amaré con todas mis fuerzas y siempre
te amaré.
Atte.
Carlos Roberto Mamani Cruz
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